Aunque los almacenes de distribución y los centros de distribución desempeñan un papel similar en la cadena de suministro, existen algunas diferencias notables entre ellos. En este artículo, vamos a ver estas diferencias y a comparar los almacenes de distribución con los centros de distribución. Así, podrás decidir cuál es el que necesitas para tu negocio de venta al por menor o comercio electrónico.
En primer lugar, hablemos de los almacenes de distribución. Estos desempeñan un papel vital en todas las cadenas de suministro transfronterizas.
¿Qué son los almacenes de distribución?
La función principal de un almacén de distribución es servir como centro de tránsito para los productos dentro de la cadena de suministro. En muchos casos, el método de transporte cambia en los almacenes de distribución. Usemos un ejemplo sencillo. Operas en Estados Unidos y recibes productos de China. Primero, los productos que pides se transportan por mar a un almacén de distribución ubicado en una ciudad costera de Estados Unidos. Allí, tus productos se descargan y se envían directamente a tu ubicación (tu sede o almacén) por carretera.
Es cierto que, en algunos casos, los almacenes de distribución también pueden funcionar como lugares de almacenamiento. La mayoría de los almacenes de distribución tienen muelles de carga, un área de almacenamiento extensa y una sección de envío, pero su función principal es facilitar el tránsito y mover el inventario (no almacenarlo) de manera efectiva. Además, por lo general, los almacenes de distribución no envían productos directamente a los clientes finales. Esa es la función de un centro de distribución.
¿Qué son los centros de distribución?
Cuando hablamos de centros logísticos de distribución, el concepto es un poco diferente. Los centros de distribución, llamados a menudo centros logísticos, ayudan a las empresas minoristas y de comercio electrónico a almacenar productos y enviarlos directamente a los clientes. En pocas palabras, puedes pensar en los centros de distribución como almacenes avanzados con una gama de servicios mucho más amplia. Se centran mucho más en el cliente y, a menudo, también se ocupan de las devoluciones y las reclamaciones. Muchos centros de distribución ofrecen envíos transfronterizos, lo que permite a sus clientes conquistar mercados extranjeros sin inversiones de dinero adicionales.
Si tienes una tienda en línea y no quieres alquilar un almacén (o siquiera ocuparte de la logística por tu cuenta), puedes decidir trabajar con un centro de distribución externo y externalizar todos los procesos logísticos. En ese caso, el centro de distribución (propiedad de una empresa de logística externa) se encarga de:
- Recibir los productos de tus distribuidores y mayoristas
- Almacenarlos en una zona de almacenamiento designada
- Seleccionar y empaquetar los productos a medida que lleguen los pedidos (esto incluye asegurar paquetes, imprimir albaranes, etc.)
- Enviar los paquetes directamente a tus clientes, tanto en el país como en el extranjero (los centros de distribución trabajan directamente con empresas de mensajería nacionales e internacionales y otros transportistas responsables de la llamada «entrega de última milla»)
Si gestionas una cadena de suministro transfronteriza, los productos se envían primero a un almacén de distribución y luego a tu almacén o a tu centro de distribución.
Almacenes de distribución vs. centros de distribución: ¿cuál debes elegir?
No hay una respuesta simple a esta pregunta. Y es cierto: las cadenas de suministro transfronterizas suelen utilizar almacenes de distribución y centros logísticos de distribución. Sin embargo, todo depende de muchos factores, entre ellos:
- Tu modelo de negocio
- La complejidad de tu cadena de suministro
- El tiempo de procesamiento de tus productos
- Tu presupuesto
En términos generales, si operas en el sector del comercio electrónico y quieres ahorrar tiempo y dinero, es mejor optar por un centro logístico de distribución. De esta manera, puedes simplificar y acortar la cadena de suministro y enviar rápidamente productos a tus clientes. Tus proveedores pueden enviar los productos directamente a tu empresa de distribución. Por otro lado, si diriges una empresa minorista con experiencia, con toda una red de tiendas físicas, los almacenes de distribución parecen la opción más apta. Analiza tu situación con detenimiento, compara todos los pros y los contras de ambas soluciones y toma una decisión informada.